ELIMINACION DE POLVO CON AGUA EN INTERIOR DE NAVES DE GRANELES Y MINERALES
Siempre ha existido la necesidad de mitigar el polvo que se genera en el interior de naves-almacén e instalaciones de procesamiento de material a granel, ya sean minerales, productos alimenticios o compuestos tales como el cemento. El objetivo es no solo mejorar las condiciones ambientales para las personas que trabajan en esos entornos, sino asegurar un escenario de seguridad óptimo para las máquinas que se encuentren operando, así como la mejora del mantenimiento de las propias instalaciones de tratamiento.
Consciente de esta problemática, SALMA ha conseguido desarrollar con éxito una solución técnica específica para la supresión de polvo en suspensión en el interior de naves y almacenes a través de la nebulización con agua. Una solución que combate el polvo en suspensión pero que regula el aporte de agua hasta tal punto que el material no llega a mojarse.
El sistema de rociado se basa en la aspersión de finas partículas de agua de muy pequeño diámetro que se generan como consecuencia de bombear agua a altas presiones a través de múltiples boquillas dispuestas en una sencilla red de tuberías. La nebulización es tan fina que la partícula de agua no tiende a caer hacia el suelo por efecto de la gravedad, sino que gracias a su pequeña masa puede aumentar considerablemente su volatilidad y por tanto su tiempo de presencia en el aire, sin alcanzar el suelo. Esto permite que una parte de la nebulización que no se emplea en la supresión del polvo, consiga evaporarse de manera natural.
Con una adecuada regulación de tiempos de rociado, se consigue que la gran mayoría de las partículas no alcancen nunca el suelo y por tanto se mantienen secos tanto este como los elementos y materiales dispuestos sobre el primero. La solución resulta óptima para el tratamiento de materiales que no admiten el incremento de su humedad por encima de determinados porcentajes, bien porque disminuyen sus propiedades, bien porque su precio de venta se ve penalizado.
La instalación de rociado se alimenta únicamente de agua de acometida de red, por tanto, no requiere el empleo de aire a presión, ni de ningún sistema auxiliar. Su versatilidad es tal, que la nebulización puede generarse en todo el entorno de trabajo o bien únicamente en aquellos lugares concretos donde existe problemas con el polvo en suspensión. De la misma manera, una misma nave puede subdividirse en varios sectores con funcionamiento independiente, para que la nebulización solo actúe sobre la zona de trabajo donde existe personal o maquinaria trabajando, quedando el resto sin nebulización.